jueves, 30 de abril de 2009

Cuando se puso precio a la pasión

Hace un tiempo, en epoca navideña del año inmediatamente anterior, cuando el equipo del pueblo llego a la final en Cali, muchos seguidores de la mechita, volvimos a sentir de nuevo la cercania a la gloria, lo que nos hizo pensar en viajar a ver al equipo que nos despierta esa endiablada pasion escarlata, que no distingue estrato social, condición sexual, ni racial, entre otras. Por el contrario, es un sentimiento que nos une como seguidores del Ámerica de Cali, sin importar nada mas o por lo menos asi lo creia.

Para la mencionada temporada navideña, muchos seguidores americanos, que por diversos motivos, no hemos podido seguir la mechita como en los viejos tiempos, nos vimos obstruidos para ir a ver la estrella 13 en vivo y en directo, puesto que ademas de los revendedores, la misma hinchada bogotana, de la que hacemos parte desde su inicio en el año 1995, se apodero de las boletas indiscriminadamente, dándoles un uso con fines de tinte político, recordandonos el "paraiso pirata", que llamamos Colombia, en donde reina la ley del mas "vivo", motivo por el cual, para acceder a una boleta, deberiamos comprar el paquete de viaje completo, sin tener la entrada fija, porque esto dependia de la voluntad política del organizador del viaje.

Por lo anterior, una fracción de la hinchada americana de Bogotá, decidimos hacernos a un lado de nuestra antigua familia, no con fines de rivalizar, sino de crear un ámbito propicio para que nuestro grupo pueda seguir alentando a la mecha, sin llegar a chocar con otras ideologias manejadas por nuestros antiguos compañeros, las cuales son producta de su elección imagino yo, como en toda organización, en donde se supone hay algo de democracia.

Para concluir, quiero tratar el punto que inspira este texto, que no es otra que, llamar a la reflexión, a los amantes del fútbol, que permitimos que el monstruo del capitalismo ataque a la pasión de un pueblo y peor en estos dias en los que hemos visto caer este modelo monstruoso llevándos a la clase trabajadora por delante. Nosotros con nuestro cómplice silencio, dejamos que la avaricia se adueñe de nuestros mas profundos sentimientos, sometiéndolos a una dominación infame, que ya no es solo monopolio de las grandes corporaciones, sino también de los mismos líderes de las barras, que ven un pueblo sumiso, el cual solo se calma con el viejo ideal romano de "pan y circo", para tener calmadas a las mal llamadas "masas". Tal vez esto solo sea una réplica del país, que a su vez es un producto de la cultura occidental o como la llama un gran maestro, la cultura judeo-cristiana-greco-romano-moderno-canibalesca.

En fin, solo nosotros, todos y cada uno de los interesados en el tema, podemos cambiar las cosas, involucrandonos en lo concerniente a la organización de nuestros grupos, para así, lograr cambiar las cosas de raiz.

Gonzalo Enrique Checa. "Los Malditos 95"

1 comentarios:

infierno_eskarlata dijo...

http://traposrojoslbd.blogspot.com/ rojo capo